Es un residuo catalogado como metal, no contemplado como un envase.
Según los recientes estudios, poco a poco los yacimientos de metales se están agotando. Los metales tardan muchos años en descomponerse. Por ejemplo, un metal del tamaño y espesor de un envase de aerosol puede tardar hasta 30 años en descomponerse. Algunos de los metales como el acero inoxidable y aluminio desprenden metales pesados y sustancias peligrosas, como níquel y cadmio, que son muy perjudiciales para la salud humana y la flora y la fauna.
Con una buena gestión de los metales se puede ahorrar energía y materias primas, puesto que: - Hace falta un 75% menos de energía para producir acero a partir de acero reciclado. - Una cuarta parte del acero usado en la fabricación de latas de conserva y bebidas es reciclado. - El aluminio es 100% reciclable. Si aprovechamos el aluminio nuevamente ahorramos bauxita, la materia prima con la que se fabrica. Además una buena gestión de los residuos metálicos previene la existencia de vertederos ilegales.
Caseta de reutilización (objetos en buen estado)
Garbigune
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